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RELIGIOSOS
 El 5 de febrero a las 10 de la mañana celebramos en el Instituto Jesús Obrero la eucaristia de inicio de año. Celebramos todos pero presidió el Padre Leopoldo, párroco de la comunidad de Ateos. El evangelio de la eucaristia fue la parábola de los talentos, la primera lectura hablaba del valor de la sabiduría. El centro de la misa fue inculcar a los alumnos y profesores el valor que tiene la sabiduria en comapañia de Dios, "Si el señor no edifica la casa, en vano se cansan los albañiles", fue un salmo que resume bien la presencia de Dios de todo ser humano que desea superar la realidad que vive y buscar una superación espiritual, intelectual y económica.“Arrepiéntete y cree en el evangelio”
Es el texto bíblico que se expresa cuando se coloca la ceniza en la frente del cristiano. El miércoles 25 de febrero en el auditorio de la institución se celebró el acto litúrgico para compartir la ceniza tal como la iglesia lo manda al inicio de la semana santa.
La ceniza como símbolo de muerte a las actitudes humanas negativas y vida al nuevo ser dando paso a las actitudes positivas o dones dados por Dios. La ceniza también recuerda la fragilidad humana para dar paso a la misericordia de nuestro creador.
El ser humano consiente quien es, de donde viene y para donde va, es otro sentido de la ceniza, es un símbolo cristiano de trascendencia en Dios.
La colocación de la ceniza no un simple rito, no es tampoco magia, mucho menos una costumbre cultural. Pueda ser que su origen esta basado en las costumbres de culturas antiguas, pero con el mismo sentido de sed de justicia para los más débiles.
“De polvo eres y en polvo te convertirás”, ambas frases que se dicen al momento de colocar la ceniza tienen orígenes bíblicos, recuerda al ser humano la necesidad de creer en la trascendencia divina.
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